Pumas, conservando seis millones de años de evolución
El equipo de Rewilding Argentina trabaja en el Parque Patagonia para que este gran felino recupere su rol ecológico
2 de agosto de 2019 | Emiliano Donadio
De acuerdo con el registro fósil los pumas evolucionaron hace unos 6 millones de años en Norteamérica. En esos tiempos, Sudamérica era una gran isla completamente separada de Norteamérica y el resto de los continentes. Dos millones de años después, el istmo de Panamá emergió de las profundidades marinas uniendo Norteamérica y Sudamérica, creando así un corredor terrestre que conectó las Américas. Entre las muchas especies que utilizaron este corredor para moverse de norte a sur y viceversa destaca el puma, que ingresó a Sudamérica hace unos 2,5 millones de años.
En Sudamérica, el puma encontró una amplia gama de nuevos ambientes y presas a los cuales se adaptó exitosamente. Es así como este gran depredador logró colonizar desde los altos Andes, hasta las selvas tropicales, pasando por los grandes pastizales de la llanura pampeana, los bosques áridos del gran chaco y la extensa estepa patagónica. Como resultado, el puma se convirtió en el felino con mayor distribución en América, al ocupar diferentes áreas desde Alaska hasta el sur continental de Argentina y Chile.
La conquista y colonización de América por Europa resultó en nuevos desafíos de supervivencia para el puma. En muchas regiones, pero muy particularmente en la Patagonia, los colonizadores exterminaron buena parte de las presas nativas del puma al mismo tiempo que introducían animales domésticos, especialmente ovinos. El conflicto no tardó en desatarse, y a pesar de sus 2,5 millones de años de presencia en Sudamérica, los pumas fueron declarados plaga por los colonizadores y condenados al exterminio mediante el uso de armas, venenos y trampas. Esta persecución, ocurrida mayoritariamente en los últimos 100 años, diezmó las poblaciones de pumas, pero no alcanzó el objetivo de exterminarlos.
Mientras los pumas eran perseguidos en Patagonia y buena parte de América, varios estudios comenzaron a mostrar que estos grandes felinos juegan un rol fundamental en mantener la dinámica natural de los ecosistemas que habitan.
Los pumas depredan sobre grandes herbívoros favoreciendo el desarrollo de la vegetación, removiendo animales enfermos en la población de presas disminuyendo así la posibilidad de contagio y conteniendo enfermedades, y proveyendo alimento en forma de carroña a aves amenazadas como el cóndor andino.
Desde enero de 2019, nos encontramos implementando un ambicioso proyecto mediante el cual esperamos profundizar nuestro conocimiento sobre la ecología del puma en paisajes compartidos con el hombre en el noroeste de Santa Cruz. Utilizando la tecnología más avanzada, incluyendo el equipamiento de pumas con radio collares con geoposicionadores y conexión satelital, esperamos asegurar la persistencia de este depredador proponiendo estrategias que disminuyan el conflicto con otras actividades, incluyendo alternativas como el ecoturismo basado en la observación de especies de fauna silvestre, entre ellas el puma.
De enero a abril de 2019 capturamos y colocamos radio collares en 5 pumas, entre los cuales destaca Puna, una hembra de 42 kilos que nos sorprendió con 3 cachorros cuando comenzamos a monitorearla. En estos pocos meses, Puna ha demostrado ser una gran madre y excelente cazadora siendo capaz de derribar guanacos de más de 100 kilogramos. Hoy, 4 de julio de 2019, mientras recorríamos los faldeos de una meseta, tres de nosotros tuvimos la increíble experiencia de observar a Puna paseándose con sus ya robustos cachorros.
En el portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia, Emiliano y su equipo observan patrones de reemplazo y desgaste dentario para identificar la edad de un ejemplar de puma capturado para colocación de radiocollar.
Foto: Franco Bucci
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De enero a abril de 2019 capturamos y colocamos radio collares en 5 pumas, entre los cuales destaca Puna, una hembra de 42 kilos que nos sorprendió con 3 cachorros cuando comenzamos a monitorearla. En estos pocos meses, Puna ha demostrado ser una gran madre y excelente cazadora siendo capaz de derribar guanacos de más de 100 kilogramos. Hoy, 4 de julio de 2019, mientras recorríamos los faldeos de una meseta, tres de nosotros tuvimos la increíble experiencia de observar a Puna paseándose con sus ya robustos cachorros.
Mientras en silencio disfrutábamos del encuentro recordé el papel esencial que ella y sus congéneres tienen en la naturaleza; recordé los millones de años transcurridos desde que los primeros pumas norteamericanos se aventuraron en América del Sur atravesando el istmo de Panamá; y recordé los años de intensa persecución que los pumas han sufrido en Patagonia y otras latitudes.
Puna, heredera de una larga historia evolutiva y descendiente de aquellos pumas que sobrevivieron 100 años de aniquilación, es el presente de su especie. Sus tres fornidos cachorros son el futuro. Nuestro trabajo habrá concluido cuando nos aseguremos que ese futuro, sea.
En el portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia, un ejemplar adulto se recupera de la anestasia luego de ser equipado con un collar con radio VHF, GPS y coneción satelital.
Foto: Franco Bucci
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