Foto: Maike Friedrich.

Patagonia Azul y las aves migratorias

8 de mayo de 2021 | Rewilding Argentina

La migración de las aves es un fenómeno natural que no deja de sorprendernos cada año, cuando miramos al cielo y vemos pasar las enormes bandadas de aves formando una flecha, siguiendo un mismo rumbo, con una determinación y convicción inigualables. Son en esos momentos en los que la cabeza «se nos llena de preguntas»: ¿Cómo saben estas aves que ha llegado el momento adecuado para emprender el viaje hacia otro país o continente? ¿Cómo son capaces de tener tan clara la dirección y el destino exactos de sus viajes, estando rodeadas solo de cielo y nubes por días y noches enteras?

El pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) es una de las especies de aves marinas que anidan en colonias en las islas e islotes de Patagonia Azul. Foto: Hernán Povedano.

La respuesta está en los genes. Durante miles de años de evolución, diferentes especies de aves han ido desarrollando la capacidad de migrar a través del planeta, atravesando miles de kilómetros para encontrar el mejor sitio en el mundo para alimentarse, o para criar sus pichones. Estas especies poseen una suerte de sensor interno que les permite controlar sus movimientos en sincronía con los movimientos que perciben de la naturaleza, del sol, de la luna y de las estrellas, y del campo magnético de la tierra. Al procesar toda esta información, son capaces de crear un mapa cognitivo que les permite orientarse en todo momento durante sus viajes migratorios.

Además de este sensacional sentido de orientación, las aves migratorias también fueron desarrollando otras cualidades para poder soportar los duros viajes de migración.  Sus alas suelen ser mas largas y puntiagudas que las de aves no migratorias; sus músculos pectorales son más grandes; las aves que viajan a mucha altura (algunas superan los 9000 metros) poseen dos tipos de hemoglobinas que les permite transportar más oxígeno; incluso algunas aves modifican su sistema digestivo según el alimento disponible en cada parada.

Chorlo mayor de patas amarillas (Tringa melanoleuca), Patagonia Azul, Chubut.

Las costas de Patagonia Azul son utilizadas regularmente por varias aves costeras migratorias para alimentarse y descansar durante alguna etapa de sus viajes. Algunas de estas se encuentran críticamente amenazadas, como el cauquén colorado y el playero rojizo. Otras especies marinas, como el pingüino de Magallanes, el cormorán de cuello negro, el cormorán imperial, la gaviota austral, el petrel gigante y los gaviotines se encuentran entre las especies más representativas que anidan en colonias en las islas e islotes que conforman este maravilloso lugar.

En Fundación Rewilding Argentina trabajamos para resguardar estos corredores biológicos, con muestras importantes de cada ambiente ecológico. A través de la creación y restauración de áreas protegidas aspiramos a resguardar los sitios que las aves migratorias necesitan para descansar, reproducirse, alimentarse y, en esencia, para vivir.

Cormorán imperial (Leucocarbo atriceps), Patagonia Azul, Chubut. Foto: Diego Zeballos.

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Fundación Rewilding Argentina

Trabajamos para revertir la crisis de extinción de especies.