El macho fue bautizado como Teuco, en honor al gran río responsable de la formación de la laguna en forma de herradura donde fue visto. La noticia, junto a su nombre, se hicieron conocidos en todo el mundo.

En el pasado, la nutria gigante era abundante en los ríos y lagunas del norte de Argentina. Tristemente, la caza indiscriminada para obtener su piel aniquiló a la mayor parte de las poblaciones, mientras que los últimos individuos fueron víctimas de la caza furtiva y de la pérdida de hábitat por la construcción de represas hidroeléctricas. Así se perdió un rol ecológico fundamental en los ecosistemas acuáticos donde habitaban. El máximo depredador de peces había desaparecido.

Entre mayo y noviembre de 2021 Teuco fue avistado en varias oportunidades, nadando en el río Teuco y en lagunas cercanas, y sus huellas fueron vistas en las playas fuera y dentro del parque nacional. Pero luego de esto «desapareció» y ningún rastro de su presencia pudo ser hallado durante meses. Los pronósticos no eran alentadores: su muerte o el abandono definitivo del área eran las opciones más probables.

Sin embargo, la búsqueda continuó y en agosto de 2022 nuevas huellas de nutria gigante fueron halladas a orillas del río Teuco. Esta vez, la alegría fue seguida de la acción: en un trabajo conjunto entre Rewilding Argentina, la Administración de Parques Nacionales y la Provincia del Chaco, se desarrolló un proyecto para construir un gran corral en el Parque Nacional El Impenetrable y traer una hembra de cautiverio para «anclar» a Teuco a la seguridad que brinda el área protegida. La hembra en cuestión se llama Yvera y proviene del centro de cría de la especie que se encuentra en los Esteros del Iberá, Corrientes, donde existe un proyecto de reintroducción de nutria gigante llevado adelante por Rewilding Argentina.

Un equipo de construcción conformado por chaqueños, vecinos de El Impenetrable, realizaron la titánica tarea de construir un corral de gran tamaño, que debía comenzar en el bosque y luego adentrarse en una laguna ubicada en el corazón del Parque Nacional. En pocos meses el corral estuvo listo e Yvera fue llevada, primero en avión y luego en camioneta, desde el Parque Nacional Iberá al Parque Nacional El Impenetrable.

Hoy, esta joven hembra se encuentra instalada en su nuevo recinto, esperando que el macho silvestre se acerque a ella y permanezca en el área, donde estará más protegido. Si la pareja se forma, podría comenzar un nuevo proyecto de cría y reintroducción de la nutria gigante que devuelva al depredador tope acuático a los ríos y lagunas del Chaco.

A partir de Teuco e Yvera comienza a reescribirse la historia de su especie en El Impenetrable chaqueño. Un futuro prometedor en el que las voces características de las nutrias gigantes suenen, como en el pasado, «en su lugar».