La nutria gigante
regresa al Iberá
Alondra es la hembra de lobo gargantilla que da comienzo al proyecto de reintroducción de la especie en los Esteros del Iberá
14 julio 2019 | Rewilding Argentina
La nutria gigante Alondra, que llegó hace tres meses desde Hungría, cumplió con el período de cuarentena y fue trasladada al corral de pre-suelta en la Isla de San Alonso, en el Parque Nacional Iberá, donde deberá pasar un período de adaptación previo a ser liberada.
El objetivo de este proyecto es alcanzar un Iberá cada vez más completo y funcional, desde el punto de vista ecológico. Esta enorme área protegida, que incluye al Parque Nacional y al Parque Provincial Iberá, ofrece muy buenas condiciones para reintroducir la especie, pues gracias a su categoría de conservación ya no presenta ninguna de las amenazas que la llevaron a la extinción en primer lugar.
Alondra es una hembra de lobo gargantilla (Ptenoura brasiliensis) de ocho años de edad, y fue donada por el Budapest Zoo de la capital húngara para integrar el proyecto que busca recuperar al predador tope acuático del ecosistema del Iberá. El corral de pre-suelta de 800 metros cuadrados se encuentra a orillas de la laguna Paraná. Cerca de la mitad del corral ocupa una parte acuática, y tiene muestras de ambientes que Alondra habitará en el futuro. Ella siente gran curiosidad por el entorno, pasa muchas horas nadando y jugando; ya ha cazado a sus primeros peces e, incluso, ha construido una madriguera en el interior del monte.
“El proyecto requiere años de trabajo en gran medida debido al carácter social de la especie. Debemos conseguir más ejemplares para constituir grupos familiares que puedan ser liberados en diferentes áreas.”
Sebastián Di Martino, director de Conservación de Rewilding Argentina
El proyecto de reintroducción del lobo gargantilla “forma parte del programa de Rewilding en Iberá que lleva adelante la fundación, en conjunto con el gobierno Provincial, la Administración de Parques Nacionales, y posible de realizar gracias a la colaboración de SENASA, la Secretaría de Ambiente, y el Budapest Zoo, Hungría.
La nutria gigante se extinguió en Corrientes a mediados del siglo XX principalmente por alteraciones en su hábitat y por la caza furtiva para el uso de su piel. Este mamífero acuático, que representa un importante recurso de ecoturismo basado en la observación de fauna en muchos sectores de su actual distribución, está considerado extinto en Argentina, y amenazado en la mayoría de los países donde se encuentra.