Foto: Franco Bucci.
Proteger lo que queda, recuperar lo que perdimos.
5 de febrero de 2021 | Rewilding Argentina
En Santa Cruz, las bajísimas temperaturas del invierno no detienen la vida de las especies silvestres que llevan miles de años adaptándose a las condiciones climáticas de la Patagonia.
Especialmente, las migraciones de guanacos desde las mesetas de altura hacia lugares donde sea mejor la provisión de alimento. En estas migraciones y contrario a lo que se cree, una de las cosas que más les cuesta a los guanacos es sortear los alambrados. Los adultos intentan saltarlos y a veces quedan enganchados. Para los chulengos—las crías de los guanacos—es casi imposible sobrepasarlos.
Durante el invierno, numerosos grupos de guanacos descienden desde las mesetas con el doble propósito de evitar las bajísimas temperaturas y alimentarse de la vegetación que encuentran en valles y cañadones. Foto: Franco Bucci.
Mediante la captura y colocación de collares con conexión satelital a individuos de guanacos, el equipo de Rewilding Argentina en Parque Patagonia busca comprender los movimientos migratorios de la especie y desarrollar estrategias que ayuden a reducir los conflictos con actividades humanas. Con 14 guanacos ya marcados, el equipo de rewilding ya cuenta con interesantes resultados preliminares.
Sebastián Di Martino, biólogo Director de Conservación de Rewilding Argentina, describe que las rutas utilizadas por esta especie “son bastantes definidas, usan los mismos cañadones para subir y bajar. Mantener esas migraciones es importantísimo para la especie y para el ambiente, porque es una forma en la que este herbívoro no está todo el tiempo comiendo los mismos pastos. En verano sube a las mesetas y le da descanso a los pastos de abajo. Es una forma muy eficiente de aprovechar los pastos en un ambiente muy árido. Y de esa forma, los guanacos impactan menos sobre el ambiente.”
Sebastián cuenta que, en una ocasión en la que tenían que poner un collar de seguimiento satelital, “vimos una hembra echada, que tenía un chulengo y estaban a un lado y otro del alambre. La hembra no se movía y nos dimos cuenta que no se podía levantar: había quedado atrapada en el alambre. Había podido saltarlo, pero no pudo caminar más y se terminó muriendo, y el chulenguito estuvo tres días a su alrededor, manteniendo el vínculo mientras estaba postrada, y luego muerta.”
Conocer mejor estas rutas migratorias puede permitir, por ejemplo, instalar un determinado tipo de alambre en los lugares donde hay más cruces de guanacos. También puede servir para brindar mayor información a los automovilistas, de modo que tomen mayores precauciones en ciertos tramos y en determinadas épocas del año, cuando cruzan los guanacos.
El equipo de rewilding del Parque Patagonia Argentina, junto al Director de Conservación de Fundación Rewilding Argentina, Sebastián Di Martino, realiza la captura, medición morfométrica y colocación de un collar con tecnología VHF y GPS a un guanaco. Foto: Franco Bucci.
Ya no alcanza con salvar, tenemos que recuperar lo perdido.
Rewilding, en inglés, significa algo así como “asilvestrar, volver a hacer silvestre”. Y eso es en lo que trabaja el equipo en el Parque Patagonia. Parte de las tierras que conforman el parque fueron campos ganaderos, en donde faltan algunas especies que son vitales para el ecosistema. Nuestro equipo busca traerlas nuevamente.
“En Parque Patagonia intentamos, por un lado, trabajar desde un punto de vista ecológico, tratando de recrear ecosistemas completos y funcionales”, cuenta Sebastián. Y agrega que, por “completos”, se entiende “que tengan a todas las especies que le son propias, porque muchas se extinguen. Nosotros tratamos de traerlas de vuelta, sobre todo las especies claves o esenciales para el buen funcionamiento del ecosistema». Sebastián explica que, en general, son los grandes carnívoros y los grandes herbívoros los que cumplen los roles ecológicos más importantes, y que cuando ellos no están se produce un efecto cascada que termina por degradar el ecosistema.
“Recrear estos ecosistemas, traer de vuelta a las especies en un buen número, y trabajar para que los animales se sientan seguros—porque ya no los cazamos—, permite desarrollar una economía local basada en la observación de fauna”.
En Rewilding Argentina “tratamos de generar alternativas económicas sobre todo basadas en ecoturismo—y especialmente el ecoturismo de observación de fauna. Es una ecuación que está bastante buena porque cuanto mejor le va a la gente, el ecosistema está más sano, porque es una economía que necesita ambientes bien conservados.”
En la región del Parque Patagonia, en Santa Cruz, los alambrados representan un gran peligro para los guanacos, muchas veces mortal. Al intentar sortear estas barreras, adultos y chulengos quedan enganchados en las líneas de alambre, lo que depara una muerte segura. Foto: Franco Bucci.
La Fundación actualmente se encuentra capacitando a pobladores locales como “rastreadores de fauna”. De esta forma, serán los propios residentes los que podrán hacer de guías a los viajeros. “Cuando empezás a contar estas historias a la gente que no es local, les da ganas de visitar estos lugares. Es un atractivo importantísimo y eso mueve las economías locales. El guanaco desplazándose es un espectáculo increíble, y si el guía sabe contar todas estas historias, todo eso a la gente le gusta mucho”, se entusiasma Sebastián.
En la Patagonia, el proceso de extinción no fue tan severo como en el norte. En Parque Patagonia algunas especies están extintas, pero la mayoría están presentes. “El puma está, el guanaco está, quizá no en gran número. El mayor desafío es, en general, la mala percepción que hay de estos animales por parte de la gente. Porque para la mayoría, esos animales no significan nada. Y para muchos, incluso, significa un problema”.
“Uno de nuestros objetivos es tratar de crear empatía hacia estas especies. Por lo general, eso lo hemos logrado haciendo bastante comunicación. Lo hacemos con redes sociales, charlas, prensa. Y, para aquellas personas para quienes el puma o el guanaco no van a representar nunca una oportunidad, tratar de que sean el menor problema posible. Hoy por hoy usan algunos métodos arcaicos como envenenamientos, matanzas indiscriminadas. Podrían estar usando otros, mucho más racionales, como los perros protectores”.
Grandes manadas de guanacos mansos y silvestres ya se han convertido en un atractivo turístico en el Portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia, al noroeste de Santa Cruz. Allí, senderos de diferente dificultad invitan a encontrarse con el costado más salvaje de la Patagonia argentina. Foto: Florian von der Fecht.
“La restauración que hacemos con el rewilding es una historia positiva de conservación. Algunos relatos sobre la conservación son muy negativos. No está mal porque hay desastres, existen. Pero si te quedás sólo con lo que está mal, es un cuento incompleto y agobiante. Hay que dar un paso más. Se pierden especies, pero nosotros estamos ayudando a traerlas de vuelta.”
“Si no tenés esperanza, no hacés nada. Acá hay esperanza. Pero ya no alcanza con salvar, hay que recuperar lo que perdimos”.